Can´t sleep tonight

domingo, 8 de marzo de 2009 |

Una eternidad resuena en lo alto de su techo, prometedora, abrazadora, tan fascinante luce que casi te conquista; es mitad de la noche y no me encuentro aunque me busco, no siento mis pulmones aunque respiro, unas cuantas estrellas adornan solemnemente a la luna que resguarda dentro de sí una infinidad de sueños y promesas.

Escucho el sonido del viento, escucho al silencio que como siempre arrulla fielmente mis oidos, no entiendo tantas cosas en este momento, todo me parece tan pequeño que mi mirada se pierde en la nada, ahí donde todo adquiere otro significado.


El no-mundo podria ser en este segundo el lugar perfecto para reposar la vida y los sueños, no me cabe duda que la dimensión de las cosas nunca puede ser vista realmente si no es bajo la lupa y contraste de un hoyo negro, ahí donde todo se torna de un color fluorescente que deslumbra, donde se pueden observar las cosas en todo su esplendor, con todas sus formas y sin sombras que distorsionen.
Las luces nocturnas siempre me han parecido el marco perfecto para dejar ir mis pensamientos: fríos, audaces, arriesgados y malevolos, esa "maldad" que dicta la santa cruz y la biblia vocíferada en calles y camiones, en papas y rufianes que juran haberse salvado.


La iglesia de la esquina se asoma entre los arboles, las letras en color dorado murmuran :
- "¿No estoy aquí, yo, que soy tu Madre?"


un perro ladra, rompe el silencio mientras corre atravesando la calle, busca comida en bolsas de basura putrefacta y maloliente, busca su cama debajo de la vagoneta sucia y vieja, su pelaje negro lo cubre del frío que quema la piel y entumece las mejillas, ha encontrado el lugar en el que hoy dormirá lo que resta de la noche, ladra nuevamente pero esta vez con un tono distinto.
De la esquina opuesta veo venir al que deduzco es su compañero, casi su hermano. La ropa sucia, el cabello negro y enmarañado, los zapatos rotos, la mirada perdida. Pareciese ser la encarnación humana de aquel perro.. juntos se acuestan entre cartón y una bolsa de trapos, escucho al viejo decir una plegaria mientras observa a lo lejos la cruz junto al campanario.


Se persigna, le da una palmadita en el lomo a su perro.
"gracias a dios, hoy tenemos donde dormir"





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