viernes, 15 de mayo de 2009 |

Regálame tus labios solo hoy.. sólo esta noche ...

necesito sentirte.... morderte.... acariciarte .....

hacerte eso que llaman amor.....

Bronce

lunes, 11 de mayo de 2009 |

Bronce se pintó el cielo, bronce y tan distinto a todo.....

Esas mañanas de ceniza y café americano en las que me sumergí, de las que me volví presa y seguidora. Fiel a los mentolados y al periódico del día, a los sitios de internet obligados y a las charlas de siempre.. esas mañanas se volvieron rutina, costumbre, ansiedad apagada a escupitajos, verborrea incipiente con matices de hiperactividad y falta de sueño. Es tan fácil apegarse a ciertas cosas cuando existe una excesiva necesidad de olvidar, de sanar, de dejar fluir las cosas, el tiempo ....

Me volví esclava de los libros y de la fotografía, de la radio, de las letras que pueden hacerte sangrar de ser tan ciertas, de las que te pueden dar un respiro cuando agonizas, de esas que te tocan el alma y te elevan, te llevan , te conducen a lugares tan ocultos que rompen todos los esquemas, todos los paradigmas del mundo.

La vida se volvió un tanto mas lenta, el reloj dejó de importar y la música me alimentó durante semanas que no probé bocado alguno, perdí la cuenta de esas horas en las que me prometí no pensarte, no extrañarte ni recordarte en cada palmo de mi vida, en cada rincón de mi desgastado universo. Reinaba una calma inmensa en mi mundo de banales distracciones y de vez en cuando una avalancha de risas visitaba mi guarida, mi escondite de la realidad que no estaba lista para enfrentar y preferí tapar con cortinas marrón y un buen argumento.

Me burlé de tantas cosas, de tantas situaciones y consecuencias, de mis actos, me burlé de mi misma y una mezcla extraña de llanto-risa me arrebató de la coherencia; esa fue, quizá, la única forma en la que pude hacerme un lavado de rencores que se me acumulaba en el vientre y que comenzaba a recorrer todo el cuerpo... me burlé de la vida, de esos cuentos de hadas y finales felices que me había inventado contigo, me sentí tan estúpida, tan ingenua.

Hasta que un día, una de esas mañanas de ceniza y café americano apareció una diminuta diferencía, una pequeña luz que comenzó a revolotear por mi cabeza y entendí que algo había cambiado, que era momento de bajar el switch, cerrar las puertas de mi pasado y emprender este nuevo viaje que me llena de colores cada día.


Bronce se pintó el cielo esta mañana, ya no es todo blanco y negro .. me pareces tan distinto a todo.....

Bronce eres tú.

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