Hoguera de mis miedos y catastróficas pesadumbres, luz de mis ojos, confidente, amante, amiga, esposa, cómplice; sé que te quedarás aquí conmigo, sé que yo nací para mojarte de felicidad, para excitarte con una mirada y adorar cada uno de tus movimientos.
Sé que yo nací para núnca más dejarte sola, para ser ese cuerpo en el que arrullarás tus sueños, para ser esa mujer que por siempre y más que siempre, te amará.