Sos desdicha y una bomba de contradicciones, no cabe duda que mi existencia jamás hubiese sido la misma sin vuestros ojos color canela que se apagaron como un misterio de esos, que la humanidad no entiende, no comprende y deja en el olvido. Sos la sonrisa que como un perro guía acompaña mis recuerdos, la carnada siguen, la muerden y olfatean el rastro de esos caminos que pisamos en los que desconociamos la palabra sufrimiento, dolor.
Vos sabés que nuestro entorno era como luz para los ciegos, piernas para los cojos, aire puro en este desierto de asfalto negro al que vos me condenaste.
Decís tantas cosas!
Decís que encontraré el paraíso en otras piernas, en otras bocas, lejos de tu peculiar olor, de tus brazos que arrullaban mi sueño y calmaban mis prematuras pesadillas nocturnas. Decís que pronto llegará la primavera y no necesitaré mas tu presencia, ¡que vos no sos para mí! , que los astros, las lunas y ese mito llamado destino nos dejaron en polos opuestos, en continentes distintos, yo en lo profundo del océano, y tú en el everest buscando el punto más alto que te lleve al firmamento.
Pero... Acaso te preguntás; ¿cuántos minutos le quedan a mi existencia?
¿Acaso sabés cuál será la última vez que vos me veás reir, la última palabra que dirás a este cuerpo que cada día expira de a poco?
Decís tantas cosas mujer explosiva! .. que a veces no logro contenerme y la rabia me hace llorar de impotencia ¿sabés que me estás arrancando un pedazo del cuerpo? , ¿que nunca seré la misma?, ¡que vos me exiliaste a un mundo en el que todo se matiza en gris sin los colores de tu cuerpo!
Vos me haces tanta falta esta noche... y sin embargo lo único que mi espíritu te pide a gritos es esto:
Viví! ... Reí! .... vos que puedes, vos que sabes como hacerlo sin mí...
Viví!!
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