Caída libre

Si no tienes la libertad interior,
¿qué otra libertad esperas poder tener ?

Abres las alas y todo el mundo te grita que aún no estás lista, escuchas sus consejos, sus opiniones que te ensordecen mientras intentas concentrarte y mirar fijamente el punto que miras desde las alturas, a la orilla de esa montaña; la cual estás a punto de abandonar de un salto, lo ves , lo sientes, casi lo puedes oler y tocar, piensas solamente en ese punto, en esa meta llena de millones de ilusiones que te has forjado y que nunca antes sentiste tan tuyas.

Recuerdas tantas cosas, un centenar de sentimientos invaden tus poros, comienzas a transpirar como si estuvieses en un infierno, un nudo en la garganta acompaña el tambaleo de tus piernas y brazos, la sangre fluye mas rápido que nunca, respiras profundo y sin mirar atrás, sin dudar NUNCA MÁS te lanzas al abismo que todos temen y advierten : se convierta en tu tumba, pero que a ti solamente puede prometerte a cada centimetro felicidad. Una súbita rafaga de viento te libera, gritas con toda la voz que le cabe a tu cuerpo, gritas hasta que tu garganta se confunde con el aire frío que golpea tu rostro, vez tus ojos llorar de tantas emociones encontradas, vez la vida irse y comenzar nuevamente en un segundo, vez tu alma transmutando, creciendo, evolucionando en una caída libre, en esta metamorfosis hacia la libertad.