La fuerza de la ausencia 2da y última parte.

lunes, 28 de abril de 2008 |

Palabras... palabras.. PALABRAS... P-A-L-A-B-R-A-S ... que sería del mundo sin palabras, lenguaje, comunicación, ¿COMUNICACIÓN? .. uhm .... no necesariamente. Las palabras son en el fondo un concepto tan abstracto! que a veces simplemente de querer entenderlo me siento perdida.

¿Nunca les ha pasado? Que al repetir una palabra tantas veces llega una sensación de haber perdido el significado de la misma? ...

Pierna... pierna.. pierna .. pierna .. pierna .. pierna .. pierna .. pierna... pierna.. pierna .. pierna .. pierna .. pierna .. pierna .. pierna. ... pierna.. pierna .. pierna .. pierna .. pierna .. pierna .. pierna....

Y por otro lado en ocasiones al repetir una palabra muchas veces ese significado adquiere algo que podría denominar como "fuerza"

Gloria.. Gloria.. Gloria.. Gloria... Gloria... Gloria .... Gloria.. Gloria.. Gloria.. Gloria... Gloria... Gloria .... Gloria.. Gloria.. Gloria.. Gloria... Gloria... Gloria .... Gloria.. Gloria.. Gloria.. Gloria... Gloria... Gloria .... Gloria.. Gloria.. Gloria.. Gloria... Gloria... Gloria ....

Es increíble como es que podemos llegar a darle un singificado a todas esas palabras que día a día nos mantienen en una misma frecuencia; pero ¿que pasa cuando esas palabras rompen los límites? ¿ que pasa cuando traspasan un límite? ¿acaso existe ese límite? ¿pueden las palabras ser traidoras en lugar de aliadas?

La fuerza del silencio es grande, tan grande que podemos llegar a cuestionarnos si realmente las palabras son siempre necesarias, sobre todo cuando nos referímos al silencio interior, al silencio mental, espiritual. Y es que si hay alguien que puede perturbar ese silencio son precisamente las palabras mentales, pero muchas veces el poder que tienen para fijar las ideas, esa concreción que las caracteriza, el poder que tienen de reducir las ideas, simplificarlas, pueden ser un arma de dos filos pues al ser forzosamente de tal naturaleza, corremos el riesgo de limitar su crecimiento, su potencial y terminar por ser traicioneramente una llaga mental que impida un pensamiento puro y sin perturbadores fantasmas mentales.

Y es que si es cierto que la forma en la que actuamos se supone debiese de obedecer a nuestra voluntad, de vez en vez, existen interferencias tanto extrenas como internas que hacen que nuestros movimientos, actos, y respuestas ante ciertos estímulos sean modulados, modificados y terminen por ser hibridos de lo que queríamos que fueran , es necesario aceptar que el entorno es un condicionante del comportamiento y si es tan grande la influencia que ejerce sobre nosotros lo externo, el ruido interno imagínense ! se vuelve un fatal determinante.

Es por eso que se dice que para que nuestra voluntad se traduzca tal cual es y se refleje como espejo sin manchas en nuestro comportamiento, es fundamental eliminar o minimizar ( por lo menos ) toda esa clase de interferencias que sí podemos controlar .... o sea las internas.

El silencio es necesario, pues muchas veces las palabras internas innecesarias, estorbosas, terminan por ser cadenas que impiden el crecimiento del hombre. Se deben de eliminar toda clase de pensamientos negativos, toda clase de repeticiones mentales que suelen "atormentar" al espíritu, sacar todo ese estiércol mental que pueda generar cualquier clase de sentimiento o pensamiento poco constructivo; es necesario purgar nuestra mente, limpiar los pensamientos, de vez en cuando simplemente callar, omitir todas esas palabras pues incluso las que no se pronuncian, ocultan decretos para nuestro cerebro.

Practicar el vaciado de pensamiento ya sea que optemos por la meditación, el deporte, por el yoga, contemplando algo, o simplemente practicándo de forma concentrada alguna actividad que disfrutamos nos puede brindar efectos muy reconfortantes. Hay que arrancarle la ropa al pensamiento, desnudarlo, dejar de ser blanco de todo ese ruido que bloquea, entorpece y moldea lo que debiese de ser intocable.

Pongámosle a la receta de la vida unas onzas mas de silencio, imprescindible, ingrediente inicial de la sabiduría, necesitamos silencio! ... silencio para no ofender, silencio para no errar, para no decir cosas que jamás quisimos que salieran de nuestra boca, para que no se detenga ese crecimiento creativo, para aprender a escuchar, para aprender a aprender, silencio para poder amar !...

Hablemos cuando sea preciso hablar, la palabra precisa es un regalo sumamente hermoso que con la inercia de la vida y ese balbuceo constante se ha perdido, hablemos cuando esas palabras sean mas hermosas que el silencio, cuando esas palabras nazcan del silencio y no del ruido mental. Y es que con esto no quiero decir que hay que callar las emociones, no, sino que a partir del silencio, limpio de impurezas negativas aprendamos a sentir de una forma mas pura.

50,0000 pensamientos tiene una persona al día... 50,000 ideas y emociones que surgen de un pensamiento mal estructurado por nuestra mente, ideas y emociones no completamente reconocidas, ni bien articuladas, frustraciones, prejuicios, información no procesada, todo eso se convierte en verdugo de nuestra LIBERTAD.



shhh............... SILENCIO !


aprendamos a volar dentro de él.... aprendamos a callar.

2 closeteros:

Jhon Brando dijo...

El silencio, ese no sonido tan perturbador pero al mismo tiempo agradable, dejar en blanco ósea en silencio nuestro pensamiento puede ser tan relajante como el mejor calmante medico. Las palabras son tan valiosas y punzantes que deberíamos tener en cuenta su verdadero valor y no utilizarlas en verborrea sin sentido, dosificarlas y protegerlas como un tesoro preciado, y obviamente hacer uso de ellas congruentemente cuando y donde sean requeridas. Fuiste inmensamente extrañada mi querida pau, agradezco tu regreso.

“BUENAS NOCHES, BUENA SUERTE”

Pau dijo...

Verborrea sin sentido... ! sí... es triste que sean usadas como si fueran meras conjugaciones sin sentido ... awww... yo tmb extrañaba estar por aquí, pero precisamente era tiempo de callar.

:) Yo te agradezco a ti por ser fiel lector

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