Tierra en el tennis

lunes, 20 de octubre de 2008 |

Y al final, uno siempre está solo, con la tierra en la suela del tennis y los hoyos en la parte mas dolorosa del cuerpo, oliendo la basura de la calle, sintiéndo el odio que por todas partes está regado, soportando las miradas en el pecho de los libidinosos que a gritos sus frustraciones van sacando, sonriéndole a la gente, sonriendo aunque por dentro los coagulos de sangre se estén formando, sintiéndo que se puede dejar de sentir si cierras muy fuerte los ojos y al abrirlos todo se vistiera de blanco.

Y deseas, y crees, y la fe te mueve y se entierra y se enreda en cada parte de tus sesos, y vas así.. corriendo, amando, deseando tantas cosas que la vida con sus ironias te hecha en cara de un solo tajo.

Te ves así en el reflejo de agua sucia en un charco, en la sombra que se dibuja en el asfalto y céspedes que vas pisando, y te vas y te quedas y un toro en el estómago se cuela por la garganta y hace que respirar sea tan difícil, que de un suspiro puedas ahogarte en llanto, te observas, te reconoces, te aceptas con esta tremenda soledad que a cuestas vas cargando, que te pesa y te hunde como si la tierra se hubiese vuelto un pantano; los tennis se manchan, los hoyos en el cuerpo, la sucia banqueta, y este frío en la cara se mete hasta el alma para recordarte lo sola que estás.
Fuck!

1 closeteros:

Anónimo dijo...

Me das hueva :(

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